Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades1(CCPEEU) (en inglés Centers for Disease Control and Prevention, CDC) son una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos cuya responsabilidad a nivel nacional radica en el desarrollo y la aplicación de la prevención y control de enfermedades, salud ambiental y la realización de actividades de educación y promoción de la salud.

Con respecto a la vacuna del neumococo para adultos ofrecen la siguiente información y recomendaciones:

Muchos adultos están en riesgo de contraer la enfermedad neumocócica. Dos vacunas proporcionan protección contra esta enfermedad grave que a veces es mortal. Hable con su profesional de salud para asegurarse de estar al día con estas y otras vacunas recomendadas.

En los Estados Unidos, cada año, la enfermedad neumocócica mata a miles de adultos, entre ellos 16 000 adultos de 65 años o mayores. Miles de personas más terminan hospitalizadas a causa de la enfermedad neumocócica, con infecciones graves en los pulmones (neumonía), el torrente sanguíneo (bacteriemia) y el recubrimiento del cerebro y la médula espinal (meningitis). Recibir una vacuna es la mejor manera de prevenir esta enfermedad.

Dos vacunas ayudan a prevenir la enfermedad neumocócica:

  • PCV13 (vacuna antineumocócica conjugada)
  • PPSV23 (vacuna antineumocócica polisacárida)

La vacuna PCV13 protege contra 13 cepas de bacterias neumocócicas y la PPSV23 protege contra 23. Las dos vacunas proporcionan protección contra enfermedades como la meningitis y bacteriemia. La PCV13 también protege contra la neumonía.

Estas vacunas son seguras, pero se pueden producir efectos secundarios. La mayoría de los efectos secundarios, como inflamación o dolor en el brazo, son leves y no afectan las actividades de la vida diaria.

¿Qué adultos deben recibir la vacuna PCV13 y qué adultos no deben recibirla?

Los CDC recomiendan la PCV13 a las siguientes personas:

  • Todos los adultos de 65 años o más.
  • Los adultos de 19 años o más que tengan ciertas afecciones.

 

¿Qué adultos deben recibir la vacuna PPSV23 y qué adultos no deben recibirla?

Los CDC recomiendan la PPSV23 a las siguientes personas:

  • Todos los adultos de 65 años o más.
  • Los adultos de 19 a 64 años de edad que tengan ciertas afecciones o que fumen cigarrillos.

 

La enfermedad neumocócica puede ser mortal para los adultos mayores

La mayoría de las infecciones neumocócicas son leves. Sin embargo, algunas pueden ser mortales, especialmente para los adultos de 65 años o mayores:

  • La neumonía neumocócica mata a aproximadamente 1 de cada 20 adultos que la contraen.
  • La bacteriemia neumocócica mata a aproximadamente 1 de cada 6 adultos que la contraen.
  • La meningitis neumocócica mata a aproximadamente 1 de cada 6 adultos que la contraen.

 

La enfermedad neumocócica puede causar infecciones tanto leves como graves.

La enfermedad neumocócica es una infección causada por las bacterias Streptococcus pneumoniae, que también se conocen como neumococos. Las bacterias neumocócicas pueden causar muchos tipos de enfermedades que varían de leves a muy graves. Cuando las bacterias neumocócicas se propagan de la nariz y la garganta a los oídos y los senos paranasales, generalmente ocasionan infecciones leves. Pero cuando se propagan a otras partes del cuerpo, pueden causar problemas graves de salud, como neumonía, bacteriemia y meningitis. Estas enfermedades pueden ser mortales, especialmente en los adultos de 65 años o mayores, las personas con afecciones crónicas y aquellas con el sistema inmunitario debilitado (inmunodeprimidas) por enfermedad o medicamentos. La enfermedad neumocócica puede provocar discapacidades como sordera, daño cerebral, o la pérdida de los brazos o las piernas.

La enfermedad neumocócica es contagiosa

Las bacterias neumocócicas se transmiten de persona a persona mediante la tos, los estornudos y el contacto cercano. Las personas pueden portar las bacterias en la nariz y la garganta, lo cual puede no enfermarlas, pero aun pueden transmitir las bacterias a otras personas.

 

Sin embargo, hay razones que contreadicen estas recomendaciones:

 

Fuente: Evaluación GRADE del ensayo CAPITA:  Efec%vidad de la vacuna neumocócica conjugada 13 valente (13vPnC) en  mayores de 65 años en mortalidad, enfermedad neumocócica invasiva y  neumonía neumocócica. Gonzalo Ezquerra Pérez. Farmacéu3co. Residencias de Mayores, Cáceres Grupo evalmed-GRADE (evalmed.es); Agosto-2015

INTRODUCCIÓN.
La vacuna neumocócica de 13 polisacáridos conjugados con la proteína CRM 197 (13vPnC) en mayores de 65
años fue autorizada para su comercialización en función Evaluación GRADE del ensayo CAPITA de variables intermedias, concretamente de la no i n fe ri o ri da d de l o s Z t ul o s de la a c % vi da d opsonofagocí%ca ex vivo de los 13 sero%pos frente a la vacuna neumocócica de 23 polisacáridos libres (23vPS). Sin embargo hasta la terminación del estudio CAPITA no se conocía la efec%vidad la vacuna 13vPnC en mortalidad, enfermedad neumocócica invasiva y neumonía neumocócica. El estudio CAPITA se proyectó para evaluar esta efec%vidad en mayores de 65 años de
Holanda.

 

VI. CONCLUSIONES.

La vacuna neumocócica 13 valente (13vPnC), tanto en la población CAPITA-Holanda con 72,8 años (DE 5,7), como en la es%mada para la población española mayor de 65 años, reduce en una magnitud muy baja la enfermedad neumocócica invasiva y la neumonía nemocócica, sin afectar a la mortalidad por ambas causas ni a la mortalidad por cualquier causa.

En la población CAPITA-Holanda no se encontró diferencia estadís%camente significa%va entre vacuna y placebo en los efectos adversos graves a los 2 y a los 6 meses.

Si se vacunara con una dosis a los 8.143.279 de españoles mayores de 65 años, en condiciones de ensayo clínico:

1) Permanecerían sin enfermedad nemocócica invasiva 8.141.809 por año, incluso sin haberse vacunado; la evitarían 480 por año, por haberse vacunado; y la tendrían 990 por año, incluso habiéndose vacunado.

2) Permanecerían sin neumonía neumocócica 8.130.201 por año, incluso sin haberse
vacunado; la evitarían 2.392 por año, por haberse vacunado; y la tendrían 10.686 por año, incluso
habiéndose vacunado.

3) No afectaría a la mortalidad por ambas causas ni a la mortalidad por cualquier causa.

El coste de vacunar a esta población, a razón de una dosis por persona a PVP, sería 611.000.000 euros, lo que supone un 9,3% del gasto anual en el SNS en medicamentos con receta, y un 3,9% del correspondiente a medicamentos de hospital y con receta, según datos a diciembre de 2014. No disponemos de datos de los recursos materiales, humanos y económicos añadidos al precio de la vacuna.

 

Fuente: Vacuna neumocócica conjugada: no vacunar a los adultos mayores de 65 años de forma rutinaria Revue Prescrire 2016; 388:128-129Traducido por Salud y Fármacos

Se llevó a cabo un ensayo aleatorizado controlado con placebo de la vacuna neumocócica conjugada 13-valente en
aproximadamente 84.500 adultos mayores de 65 años sin factores de riesgo específicos. Una media de cuatro años después de la vacunación, no se detectó una reducción de la mortalidad o de la incidencia general de neumonía adquirida en la comunidad.
Fue necesario vacunar unos 1.000 individuos para prevenir un caso de neumonía por los neumococos cubiertos por la vacuna durante el periodo de seguimiento de 4 años. El neumococo, o Streptococcus pneumoniae, produce infecciones graves y en ocasiones mortales, incluyendo neumonía y meningitis. En los países desarrollados, los adultos mayores de 65 años presentan un riesgo mayor que la población general de neumonía por neumococo. El riesgo aumenta con la edad [1, 2].
En Francia, en 2013, la incidencia anual estimada de infecciones neumocócicas invasivas fue de 22 casos por cada 100.000 adultos mayores de 65 años [3]. A mediados de 2012, no había evidencia de que la vacuna neumocócica conjugada 13-valente comercializada en Francia bajo el nombre comercial Prevenar 13º fuera efectiva en la
prevención de las infecciones neumocócicas invasivas o en la reducción de la mortalidad en adultos mayores de 65 años sin factores de riesgo asociados (a)[1]. A finales de 2015 había más datos disponibles al respecto.

 

Un ensayo aleatorizado en adultos mayores de 65 años.

Nuestra búsqueda bibliográfica identificó únicamente un ensayo aleatorizado que evaluara la eficacia de la vacuna neumocócica conjugada 13-valente en la prevención de la neumonía neumocócica y las infecciones neumocócicas invasivas en adultos mayores de 65 años, en comparación con placebo [4]. Este ensayo de doble ciego llamado “Capita” se llevó a cabo en los Países Bajos e incluyó un total de 84.496 adultos con una edad media en el momento de la vacunación de 73 años. Sólo el 3,5% tenía más de 85 años. Aquellos sujetos que habían recibido previamente la vacuna contra el neumococo, estaban inmunocomprometidos o vivían institucionalizados no se consideraron aptos para el estudio [4]. Todos los participantes recibían anualmente la vacuna contra la gripe. El criterio de valoración principal fue la prevención del primer episodio confirmado de neumonía adquirida en la comunidad por neumococos cubiertos por la vacuna. Los casos se definieron como neumonía adquirida por primera vez en la comunidad, se confirmó por radiología y por la presencia de antígenos específicos en orina o al aislar la bacteria en un cultivo estéril[4].

 

Sin reducción en la mortalidad.

Tras un seguimiento medio de 4 años, la mortalidad por todas las causas (aproximadamente el 7%) y la mortalidad por una infección neumocócica fueron similares en ambos grupos [4].

 

Sin reducción en la incidencia total de neumonías.

No hubo diferencia en la incidencia de episodios de neumonía adquirida en la comunidad por cualquier causa (neumocócica y no neumocócica) entre el grupo que recibió la vacuna y el grupo placebo: unos 180 pacientes por cada 10.000 participantes [4].

 

Descenso de las neumonías por neumococos cubiertos por la vacuna.

Entre los 42.256 participantes en el grupo placebo, el número de casos de neumonía por uno de los 13 neumococos
cubiertos por la vacuna representó el 13% de los casos de neumonía adquirida en la comunidad, y el 61% de los casos de neumonía neumocócica adquirida en la comunidad [4]. Los fallecimientos por infección por neumococos cubiertos por la vacuna fueron aproximadamente el 28% de los fallecimientos totales debido a infecciones neumocócicas.
Según el análisis por intención de tratar, excluyendo los casos de neumonía que se produjeron en los 14 días posteriores a la vacunación, se notificaron casos de neumonía por uno de los 13 serotipos de neumococos cubiertos por la vacuna en 15 de cada 10.000 sujetos en el grupo de la vacuna frente a 25 de cada 10.000 en el grupo placebo, es decir, una reducción del riesgo relativo del 38% (p=0,003) [4]. En otras palabras, es necesario vacunar unos mil sujetos para prevenir un caso de neumonía por neumococos cubiertos por la vacuna durante el periodo de
seguimiento de 4 años.

Descenso ligero de las infecciones neumocócicas invasivas.

Se definió infección neumocócica invasiva como la detección de neumococos en un cultivo estéril normal. La neumonía neumocócica adquirida en la comunidad con signos de infección invasiva se produjo en 8 por cada 10.000 personas en el grupo de la vacuna, frente a 15 por cada 10.000 en el grupo placebo (p<0,001) [4].
Los resultados de los análisis estadísticos de solo aquellos participantes que cumplieron con los requisitos del protocolo del ensayo (análisis por protocolo) fueron similares [4].

 

Reacciones en el sitio de inyección y mialgia.

La vacuna neumocócica conjugada 13-valente presenta generalmente efectos adversos moderados [1]. Los efectos adversos principales notificados en el ensayo fueron: reacciones en el sitio de inyección (38% vs. 8% en el grupo placebo), mialgia (27% vs. 12% en el grupo placebo) y fatiga [4].

 

No recomendado en Francia para adultos mayores de 65 años sin factores de riesgo particulares.

En Francia, la vacuna neumocócica conjugada 13-valente está recomendada por el Alto Consejo Francés de Salud Pública (HCSP, por sus siglas en francés) para todos los niños menores de 2 años [5]. Después de los 2 años, solo se recomienda la vacuna para personas con un mayor riesgo de infecciones neumocócicas invasivas (b). A
finales de 2015, tener más de 65 años no constituye una de las situaciones de alto riesgo incluidas en el calendario francés de inmunización [5].

 

En la práctica.

Este ensayo no mostró que la vacuna neumocócica conjugada 13-valente reduzca el riesgo de neumonía en pacientes mayores de 65 años que viven en su hogar y no presentan factores de riesgo específico, a pesar de que hubo una modesta reducción en la incidencia de infecciones por los serotipos de neumococo cubiertos por la vacuna. En la
práctica, ser mayor de 65 años no es suficiente para justificar la vacunación con esta vacuna neumocócica.

a- La vacuna neumocócica conjugada 13-valente Prevenar 13º contiene los serotipos 1, 3, 4, 5, 6A, 6B, 7F, 9V, 14, 18C, 19A, 19F y 23F (ref. 1).
b- Las personas con riesgo de infección invasiva para las que el HCSP (Alto Consejo Francés de Salud Pública) recomendó la vacunación con la vacuna neumocócica conjugada 13-valente son aquellos que están inmunocomprometidos o presentan una enfermedad cardíaca crónica, insuficiencia respiratoria crónica, asma severo, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfisema, insuficiencia renal, enfermedad hepática crónica, diabetes, síndrome nefrótico, pérdida de líquido cefalorraquídeo o implante coclear (ref. 5).

Referencias seleccionadas de la búsqueda bibliográfica de Prescrire.
1- Prescrire Editorial Staff “13-valent pneumococcal vaccine. 50 years of age and older: no proven benefit” Prescrire int 2013; 22 (135): 38.
2- Jain S et al. “Community-acquired pneumonia requiring hospitalization among U.S. Adults” N Engl J Med 2015; 373 (5): 415-427.
3- Institut de veille sanitaire Bulletin du reseau de surveillance des infections invasives bacteriennes. Reseau Epibac・ Febrero de 2015. www.invs.sante.fr acceso 22 de octubre de 2015: 3 páginas.
4- Bonten MJM et al. “Polysaccharide conjugate vaccine against pneumococcal pneumonia in adults” N Engl J Med 2015; 372 (12):1114-1125.
5- Ministère des Affaires sociales, de la Santé et des Droits des femmes “Calendrier des vaccinations et recommandations vaccinales 2015”. www.sante.gouv.fr acceso 14 de julio de 2015: 50 páginas.

 

Fuente: Revue Prescrire 2016. Vacuna frente al neumococo en grupos de alto riesgo Traducido por Salud y Fármacos

Investigaciones

Revue Prescrire 2016 Vacuna frente al neumococo en grupos de alto riesgo Traducido por Salud y Fármacos

Uso cuestionable de la vacuna no conjugada 23-valente
El Consejo de Salud Pública de Francia (HCSP, por sus siglas en francés) ha estado recomendando la vacuna frente al neumococo a personas mayores de 5 años con riesgo muy alto de infección invasiva por neumococo desde el 2013, de acuerdo con la siguiente pauta: dos dosis inyectables con un intervalo de dos meses con la vacuna conjugada 13-valente Prevenar°, seguido por una dosis de recuerdo tres años después con la vacuna no conjugada 23-valente Pneumo 23° [1,2,3].

Según el HCSP, los grupos considerados de riesgo muy alto de infección invasiva por neumococo son pacientes inmunocomprometidos o aquellos con un síndrome nefrótico, pérdida de líquido cefalorraquídeo, portadores de un implante coclear o que son candidatos a un implante coclear. Los grupos de alto riesgo son los pacientes con un trastorno subyacente como enfermedad coronaria, enfermedad pulmonar o hepática crónica, insuficiencia renal o diabetes no controlada con la dieta. En estos casos se recomienda una dosis de la vacuna 23-valente [1,2,4].

En este artículo, revisaremos la eficacia de la vacuna contra el neumococo en grupos de alto riesgo de infección invasiva por neumococo, a los que van dirigidas las recomendaciones del HCSP.

Inmunización frente al neumococo: dos vacunas
El neumococo (Streptococcus pneumoniae) es una bacteria que produce infecciones invasivas y neumonías potencialmente mortales. Se han identificado más de 90 serotipos diferentes del neumococo, cuya presencia varía según regiones geográficas [5].

Además de los menores de 2 años y los adultos mayores de 65 años, ciertas poblaciones presentan un aumento del riesgo de infección por neumococo, en particular pacientes con enfermedades crónicas y pacientes con alteraciones en la inmunidad: asplenia o hipoesplenismo (incluyendo enfermedad de células falciformes homocigotas), inmunodeficiencia hereditaria, infección por VIH (independientemente del estado inmunológico), quimioterapia por un tumor sólido o una neoplasia hematológica, trasplante de órganos sólidos (tanto receptores de trasplantes como en espera de trasplante), trasplante de células madres hematopoyéticas, terapia inmunosupresora, bioterapia y/o terapia con corticosteroides para una enfermedad autoinmune o inflamatoria crónica, o síndrome nefrótico [4,5,6].

En 2016, en Francia había dos vacunas disponibles para prevenir estas infecciones.

De la vacuna no conjugada 14-valente a la 23-valente. La vacuna 23-valente contiene los antígenos correspondientes a 23 serotipos que producen entre el 50% y 60% de las infecciones por neumococo en adultos [7]. Se trata de una vacuna no conjugada.

La vacuna se autorizó en Francia en la década de los 80s para prevenir las infecciones por neumococo en grupos de alto riesgo. Su evaluación inicial se basó principalmente en estudios de inmunogenicidad [8-11]. Los datos de evaluación disponibles en ese momento son limitados y se obtuvieron con una vacuna 14-valente del mismo tipo [10]. La evaluación posterior se basó principalmente en estudios de casos-controles, que aportaron evidencias de nivel bajo, y un número muy pequeño de ensayos aleatorizados controlados con placebo que no demostraron su eficacia [11].

Las vacunas no conjugadas contra el neumococo no son adecuadas para niños menores de 2 años por su baja inmunogenicidad en este grupo de edad [5].

De una vacuna conjugada 7-valente a una vacuna 13-valente. La vacuna frente al neumococo 7-valente se autorizó en la Unión Europea en 2001 [6]. Esta vacuna se reemplazó en 2010 por una vacuna conjugada 13-valente contra 13 serotipos del neumococo, incluyendo los 7 serotipos cubiertos por la vacuna anterior.

Estos 13 serotipos son responsables de aproximadamente el 80% de los casos de infecciones invasivas por neumococo en niños menores de 5 años [4,5].

La conjugación de los antígenos polisacáridos del neumococo a un transportador de proteínas aumenta la magnitud y la duración de la respuesta inmune [3,4,6,12]. La eficacia de la vacuna conjugada 7-valente en niños se demostró en un ensayo controlado con placebo y posteriormente se confirmó en estudios epidemiológicos a gran escala [13].

La evaluación inicial de la vacuna conjugada 13-valente se basó únicamente en estudios de inmunogenicidad.

Escasa evaluación en grupos de riesgo
A mediados de 2016, la evaluación en grupos con alto riesgo de infección invasiva por neumococo ha sido escasa [5]. La vacunación con la vacuna 13-valente seguida por la vacuna 23-valente no se ha comparado en ensayos clínicos contra pacientes vacunados con solo una de estas vacunas.

La vacuna no conjugada 23-valente: sin eficacia probada. Ningún análisis de datos de evaluación de la vacuna 23-valente en pacientes en riesgo de sufrir una infección invasiva, incluyendo adultos mayores de 65 años, realizado después de su comercialización, ha proporcionado pruebas claras de su eficacia [8,9,14].

En 2013, un Grupo de Revisión de Cochrane publicó un meta-análisis de ensayos que evaluaron la eficacia de la vacuna 23-valente en la prevención de infecciones por neumococo [15]. Los resultados indican que los vacunados sin antecedentes relevantes presentaban menos infecciones invasivas por neumococo [15]. En pacientes con trastornos crónicos (incluyendo bronquitis crónicas o cáncer de pulmón), la vacuna 23-valente no tenía un efecto estadísticamente significativo sobre la mortalidad (6 ensayos, 3.603 pacientes), el número de infecciones invasivas por neumococo (5 ensayos, 3.239 pacientes) o la frecuencia de neumonía (6 ensayos, 4.010 pacientes) [15].

En referencia a pacientes con infección por VIH, una revisión sistemática identificó un ensayo aleatorizado controlado con placebo efectuado en Uganda con 1.323 pacientes infectados. No se hallaron diferencias estadísticamente significativas en la mortalidad o en la incidencia de neumonía entre ambos grupos [16,17]. Los resultados de los estudios de cohorte incluidos en esta revisión sugirieron que la vacunación tiene un efecto protector, pero el riesgo de sesgo fue alto [16].

Entre 1998 y 2006 se llevó a cabo un estudio epidemiológico en Inglaterra y Gales. La vacunación masiva de pacientes mayores de 65 años con la vacuna no conjugada 23-valente se inició en 2003. Este estudio se combinó con un estudio de casos-controles. En el estudio epidemiológico, la introducción de la vacunación masiva con la vacuna no conjugada 23-valente no tuvo un impacto detectable ni en los mayores de 65 años ni en el subgrupo de sujetos inmunocomprometidos. En el estudio caso-control, la vacunación redujo aproximadamente a la mitad el riesgo de infección por neumococo durante los dos primeros años, y parecía más efectiva en vacunados sanos sin factores de riesgo de infección significativos [18]. Su efectividad declinó en los años posteriores. La introducción de la vacunación con la vacuna conjugada 7-valente en niños llevó a la sustitución de las cepas de neumococo por serotipos no incluidos en esta vacuna. La vacunación con la vacuna 23-valente no pareció afectar a esta sustitución de serotipos.

Este resultado debería compararse con los observados en un estudio retrospectivo con 538 pacientes previamente sometidos a esplenectomía, normalmente tras un accidente. El riesgo de infección por neumococo pareció particularmente alto durante el mes posterior a la cirugía. En estos pacientes, normalmente jóvenes y sanos antes de la esplenectomía, la vacunación con la vacuna no conjugada 23-valente se asoció con un descenso estadísticamente significativo del riesgo de bacteriemia por neumococo, con un seguimiento medio de tres años: riesgo relativo 0,25 (intervalo de confianza del 95% (IC95): 0,1 – 0,6) [19,20].

Las vacunas conjugadas 7-valente y 13-valente. La evaluación inicial de la vacuna conjugada 7-valente incluyó pocos datos de grupos de alto riesgo [5].

La vacuna conjugada 7-valente se evaluó posteriormente en un ensayo aleatorizado en Malawi con 500 pacientes infectados por VIH. Tras aproximadamente un año de seguimiento, se notificó un descenso estadísticamente significativo de la frecuencia de infecciones por los serotipos vacunales en el grupo que recibió la vacuna (2% frente a 8% en el grupo no vacunado); sin embargo, no hubo diferencias en la incidencia de infecciones por todos los serotipos del neumococo (aproximadamente 10% en ambos grupos) [20-22].

La vacuna conjugada 13-valente se evaluó en un ensayo con aproximadamente 85.000 adultos mayores de 65 años sin factores de riesgo significativos: tras un seguimiento medio de 4 años, no se notificó un descenso del riesgo general de neumonía con esta vacuna, a pesar de su alta eficacia contra la neumonía por los serotipos del neumococo cubiertos por la vacuna [23].

Efectos adversos locales. Los efectos adversos de estas vacunas son comunes a todas las vacunas. La vacuna conjugada 13-valente produce principalmente reacciones en el sitio de inyección: dolor, hipersensibilidad, induración, eritema y limitación de movimientos del brazo [4,5]. Para la vacuna 23-valente, los efectos adversos locales fueron más frecuentes con la segunda inyección [9].

Recomendaciones basadas en estudios de inmunogenicidad y datos epidemiológicos
El HCSP francés cita principalmente datos de inmunogenicidad, pero la inmunogenicidad es un marcador alternativo que genera evidencia mucho más débil que los criterios de eficacia. La correlación entre los niveles de anticuerpos y la eficacia es incierta.

La vacuna conjugada 13-valente más inmunogénica que la vacuna 23-valente. De acuerdo con estos estudios, la vacuna conjugada 13-valente y la vacuna 23-valente generan respuestas inmunes satisfactorias en pacientes con infección por VIH o enfermedad de células falciformes, receptores de trasplantes de órganos y pacientes esplenectomizados [20]. En general la vacuna conjugada 13-valente fue más inmunogénica que la vacuna no conjugada 23-valente para la mayoría de los serotipos incluidos en ambas vacunas [4,20].

Un estudio con unos 200 pacientes infectados por VIH mostró que la vacunación previa con la vacuna conjugada refuerza la respuesta inmune creada por la vacuna no conjugada 23-valente para los serotipos comunes a ambas vacunas [20].

Por el contrario, en un estudio con 111 pacientes esplenectomizados, la respuesta inmune a la vacuna conjugada 13-valente se redujo con la vacunación previa con la vacuna no conjugada [20].

En niños, una dosis previa de la vacuna conjugada 7-valente no aumentó la respuesta inmune a una segunda dosis de la vacuna conjugada o a la vacuna no conjugada [20].

Datos epidemiológicos: menos infecciones invasivas por los serotipos vacunales. Según el Centro de Referencia Nacional Francés para el Neumococo y los datos procedentes de la red Epibac que monitoriza las infecciones bacterianas invasivas, la incidencia de infecciones invasivas por neumococo descendió en Francia entre 2008 y 2014 en todos los grupos de edad: de una media de 11,2 casos por cada 100.000 para el periodo 2008-2009 a 6,6 casos por cada 100.000 en 2014 [12,24,25].

Esta reducción se debe a un importante descenso en el número de infecciones invasivas causadas por serotipos incluidos en la vacuna conjugada 13-valente. Aunque se observó un incremento concomitante en infecciones invasivas causadas por serotipos no cubiertos por esta vacuna, esto no compensó por completo el beneficio obtenido por el descenso de infecciones por los serotipos de la vacuna [12,24,25].

No hay datos epidemiológicos que justifiquen el uso de la vacuna no conjugada además de la vacuna conjugada.

En resumen: estas recomendaciones son en gran parte pragmáticas pero débiles
Las recomendaciones de vacunación se basan en gran medida en datos epidemiológicos e inmunológicos, que aportan un bajo nivel de evidencia, y en la extrapolación de los datos obtenidos en otras poblaciones.

En el caso de la vacuna contra el neumococo también se basan en los siguientes datos: la vacuna conjugada 13-valente es más inmunogénica que la vacuna 23-valente; la vacuna 23-valente genera algún grado de respuesta inmune contra otros serotipos (aunque no hay datos sólidos de eficacia en poblaciones de alto riesgo); resulta plausible que la administración previa de la vacuna conjugada 13-valente mejore la inmunogenicidad de la vacuna 23-valente.

Como resultado, en general estas vacunas se recomiendan a todo el mundo, con ligeras variaciones [7]. Sin embargo, dada la escasez de evidencia de la eficacia clínica o incluso epidemiológica, el empleo de la vacuna 23-valente resulta cuestionable, especialmente por la existencia de una vacuna más inmunogénica, con eficacia probada en varias indicaciones.

A comienzos de 2016, no hay datos sobre los beneficios de la estrategia de vacunación recomendada por el HCSP para pacientes en riesgo de infección invasiva por neumococo. Una evaluación de la eficacia y coste-efectividad de esta propuesta pragmática sería de gran ayuda.

 

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