La enfermedad de Alzheimer (EA) es el tipo más frecuente de demencia (aproximadamente 50-60% de los casos). Hay otros tipos de demencia, siendo las más prevalentes la demencia vascular y la demencia por cuerpos de Lewy. La prevalencia de las demencias aumenta de forma exponencial entre los 65 y 85 años y se multiplica por 2 cada 5 años. Afecta al 5-7% de la población de más de 65 años (cerca de 650.000 personas en nuestro país) y a más del 25% de los mayores de 85 años. Se estima que cada médico de familia puede tener en su cupo 17-23 pacientes con demencia, con 3-4 casos nuevos/año.
Se caracteriza por tres grupos de síntomas: deterioro cognitivo (pérdida de memoria, problemas de lenguaje, pérdida de destreza intelectual), síntomas no cognitivos (cambios de personalidad, apatía, depresión, agitación, alucinaciones, delirio) y dificultad para la realización de las actividades de la vida diaria (AVD) básicas e instrumentales.
Fuente: Selección de Enfermedad de Alzheimer. Medline Plus
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores. La demencia es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades diarias.
El Alzheimer comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con el mal pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron en forma reciente o los nombres de personas que conocen. Un problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa más problemas de memoria que los normales en personas de la misma edad. Muchos, pero no toda la gente con deterioro cognitivo leve, desarrollarán Alzheimer.
Con el tiempo, los síntomas del Alzheimer empeoran. Las personas pueden no reconocer a sus familiares. Pueden tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales. Esto puede ser muy estresante para los familiares que deben encargarse de sus cuidados.
El Alzheimer suele comenzar después de los 60 años. El riesgo aumenta a medida que la persona envejece. El riesgo es mayor si hay personas en la familia que tuvieron la enfermedad.
Las 10 Señales de la enfermedad de Alzheimer
Cuidar a una persona con Alzheimer: entender mejor la enfermedad
Fuente: NIH: Instituto Nacional sobre el Envejecimiento
A veces puede sentir que no sabe cómo cuidar a una persona con Alzheimer. No está solo. Cada día puede traer dificultades diferentes. Aprender acerca de la enfermedad de Alzheimer puede ayudarle a entender y enfrentar estas dificultades. A continuación, describimos las etapas del Alzheimer y le decimos cómo puede aprender más sobre la enfermedad.
Las etapas de la enfermedad de Alzheimer y lo que significan
La enfermedad de Alzheimer consiste de tres etapas: leve (algunas veces conocida como la primera etapa), moderada, y severa (algunas veces conocida como la última etapa). Entender estas etapas puede ayudarle a planear para el futuro.
La etapa leve del Alzheimer. Durante la etapa leve o primera, las personas con Alzheimer frecuentemente tienen alguna pérdida de memoria y cambios pequeños en su personalidad. Pueden olvidar eventos recientes o los nombres de personas o cosas conocidas. Es posible que ya no puedan resolver problemas matemáticos sencillos. Las personas en esta etapa pierden lentamente la habilidad de hacer planes y de organizar. Por ejemplo, pueden tener dificultad haciendo una lista de compras y encontrando los artículos en la tienda.
La etapa moderada del Alzheimer. Esta es la etapa intermediaria de la enfermedad de Alzheimer. La pérdida de memoria y la confusión se vuelven más obvias. Las personas tienen más dificultad organizando, planeando y siguiendo instrucciones. Pueden necesitar ayuda vistiéndose y empezar a tener problemas de incontinencia. Esto significa que ya no podrán controlar su vejiga y/o los intestinos. Las personas en la etapa moderada del Alzheimer pueden tener dificultad reconociendo a sus familiares y amigos. Es posible que ya no sepan dónde están o qué día o año es. También pueden perder el buen juicio y empezar a deambular (salirse de su hogar o alejarse de quienes las cuidan). No es recomendable dejar a las personas en la etapa moderada del Alzheimer solas. Se pueden poner inquietas y empezar a repetir movimientos tarde en el día. También pueden tener dificultades para dormir. Los cambios de personalidad pueden tornarse más serios. Las personas en esta etapa pueden amenazar, acusar a otros de robo, decir groserías, patear, golpear, morder, gritar o agarrar cosas.
La etapa severa del Alzheimer. Esta es la última etapa y termina en la muerte de la persona. La etapa severa del Alzheimer a veces es conocida como la etapa tardía. Las personas en esta etapa a menudo necesitan ayuda con todas sus necesidades cotidianas. Es posible que no puedan caminar o sentarse rectas sin ayuda. Puede que no sean capaces de hablar y, con frecuencia, ya no pueden reconocer a sus familiares. Pueden tener dificultades para tragar y negarse a comer.
¿Cómo se diagnostica?
Fuente: Selección de Diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer y de demencia
- Obtener un historial médico completo
- Una evaluación del estado mental
- Un examen neurológico y físico
- Pruebas (como análisis de sangre e imágenes del cerebro) para descartar otras causas de síntomas similares a la demencia
- Le pregunte sobre su dieta, nutrición y consumo de alcohol.
- Revise todas sus medicinas (traiga una lista o los envases de todas las medicinas que toma actualmente, incluyendo medicinas de venta libre y suplementos).
- Revise su presión sanguínea, temperatura y pulso.
- Le escuche el corazón y los pulmones.
- Realice otros procedimientos para evaluar su salud general.
- Le tome muestras de sangre y de orina para análisis de laboratorio
- ¿Qué tipo de síntomas ha notado?
- ¿Cuándo empezaron?
- ¿Con qué frecuencia ocurren?
- ¿Han empeorado?
- Tener a un familiar o cuidador con usted para aportar ideas puede ser útil.
- Reflejos
- Coordinación, tono muscular y fuerza
- Movimiento ocular
- Habla
- Sensibilidad
- Es consciente de los síntomas;
- Sabe la fecha, hora, y dónde él o ella se encuentra;
- Puede recordar una lista corta de palabras, seguir instrucciones y hacer cálculos simples; y
- Los exámenes minimental y minicog son dos pruebas utilizadas comúnmente.
- Recordar los nombres de tres objetos comunes y repetirlos unos minutos después
- Dibujar un reloj mostrando los 12 números en el lugar correcto señalando una hora indicada por el evaluador
¿Está indicado el diagnóstico precoz o detección de casos en personas sin síntomas ni quejas?
- Ningún ensayo aleatorizado ha evaluado los beneficios del cribado para el deterioro cognitivo.
- Los datos disponibles sugieren que los tratamientos farmacológicos no son efectivos en personas con deterioro cognitivo leve y que las terapias no farmacológicas (por ejemplo, ejercicio, entrenamiento cognitivo y rehabilitación) producen solo beneficios pequeños, que no parecen ser clínicamente significativos.
- Los estudios existentes sugieren que aproximadamente 1 de cada 10 personas sin deterioro cognitivo pueden ser detectados erróneamente como padeciendo deterioro cognitivo leve si se usa el test de detección denominado Mini-Mental State Examination y que 1 de cada 4 personas puede clasificarse incorrectamente como positivas usando la
Montreal Cognitive Assessment tool. - La recomendación de la task force contra el screening de adultos asintomáticos de 65 años o más para el deterioro cognitivo se basa en.
- la falta de estudios de alta calidad que evalúen los beneficios y daños del cribado del deterioro cognitivo,
- en pruebas que demuestren que el tratamiento del deterioro cognitivo leve produzca algún beneficio clínico significativo y,
- en la tasa potencialmente alta de falsas positivos que pueden ocurrir (diagnosticados de demencia sin tenerla).
- La fuerte recomendación contra la detección sistemática de adultos asintomáticos de 65 años de edad o mayores por deterioro cognitivo implica que la task force confía en que la mayoría de los individuos serán beneficiados por esta recomendación.
- Los profesionales deben considerar la evaluación cognitiva para los pacientes con signos y síntomas de deterioro o cuando los miembros de la familia o los pacientes expresan su preocupación sobre el posible deterioro cognitivo.
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