El BLW (Baby Led Weaning) o como se ha venido a traducir aquí,alimentación complementaria dirigida por el bebé se va consolidando y aumentando las personas que lo conocen y que lo practican.
En el 13º curso actualización de pediatría 2016 celebrado el pasado 4,5 y 6 de febrero en Madrid se trató este tema. Presentamos a continuación un resumen de la ponencia, firmada por Beatriz Espín Jaime y Ana Martínez Rubio, titulada «El paso de la teta a la mesa sin guión escrito. Baby led weaning: ¿ventajas?, ¿riesgos?». Tambien la tienen en vídeo parte 1 y vídeo parte 2.
En los últimos años ha cobrado especial relevancia un método de introducción de la alimentación complementaria (AC) diferente al tradicional, denominado baby-led-weaning y que propone, en vez del uso de purés administrados con cuchara por los padres, el empleo de alimentos enteros que el lactante es capaz de coger y llevárselos a la boca. Frente a las ventajas que sus defensores destacan (participación más activa por parte del niño y mejor transición al manejo de texturas sólidas), se plantean dudas respecto a saber si puede conllevar un riesgo mayor de atragantamientos y déficits nutricionales. Los pediatras deben conocer esta modalidad de alimentación para identificar aquellos niños en los que puede realizarse y dar respuesta a las preguntas de los padres sobre su eficacia y seguridad.
Conclusiones / Resumen
En resumen: dadas las aparentes bondades del modelo BLW parece necesario proporcionar información clara a las familias sobre aspectos muy concretos como:
■ Ofrecer a diario alimentos que aporten energía suficiente.
■ Ofrecer a diario alimentos que aporten hierro.
■ Continuar con lactancia a demanda.
■ Vigilar de cerca al bebé.
■ Diferenciar una arcada de un atragantamiento.
■ Dar una lista clara de los alimentos que suponen riesgo de atragantamiento.
■ Manejo rápido y eficaz en caso de atragantamiento.
■ Necesidad de adecuarlo a los bebés con situaciones especiales.