Según su autor:
Declaración de la misión
Creo que el cuidado de la salud en los Estados Unidos cuesta demasiado.
Creo que el costo excesivo de la asistencia sanitaria es una carga significativa para las empresas y los gobiernos de Estados Unidos. Para las empresas, esto lleva a la reducción de los salarios, menos puestos de trabajo disponibles, y millones de estadounidenses atrapados en puestos de trabajo que no les gusta simplemente para mantener su seguro de salud. Para los gobiernos, esto conduce a déficits presupuestarios y requiere que los ingresos se generen a partir de otras fuentes, tales como aumentar la matrícula universitaria, reducir otros servicios y aumentar los impuestos.
Soy médico de familia y creo que los médicos son parte del problema. No creo que ninguna organización de médicos haya comprometido al pueblo estadounidense en una seria discusión sobre el papel apropiado del sistema de salud en nuestra sociedad.
Creo que la salud viene de muchas otras fuentes que el sistema de salud formal. La solución a alguien que está deprimido porque ha estado fuera de su trabajo durante nueve meses no es una píldora antidepresiva, es un trabajo.
Creo que hay muchos grupos de interés especial en la salud de Estados Unidos que perpetúan el statu quo y bloquean los esfuerzos significativos de reforma. Lo hacen debido a una combinación compleja de creencias de corazón en la importancia de sus causas y la protección flagrante de sus intereses propios. La principal razón por la cual los costos de salud de los Estados Unidos han aumentado más rápido que la tasa de inflación general durante cuatro décadas es que todos estos grupos de intereses especiales piensan igual. Pero sus creencias son a veces incorrectas.
Creo que los grupos de interés especial comúnmente asustan al pueblo estadounidense en la compra de servicios de salud que no necesitan. Estoy llamando a la reforma de la «preocupación por la salud». Este sitio web y el blog son para personas que creen que los costos de atención médica estadounidenses son demasiado y están dispuestos a considerar algunas ideas radicales sobre cómo solucionarlo.
La solución primaria a la atención sanitaria cara es que la relación entre los médicos y los pacientes cambie. La relación actual entre los médicos y el público estadounidense -que todos los servicios de salud posibles se proporcionen no importa cuan raro sea el beneficio o el servicio costoso- es insostenible. Hasta que aceptemos esta realidad, los costos de la atención médica seguirán aumentando más rápido que los ingresos personales y pronto el seguro de salud estará disponible sólo para los muy ricos. La gran ironía del cuidado de la salud en Estados Unidos -«somos los que máse gastamos, pero los que menos conseguimos»-, sólo empeorará.
Las dos preguntas importantes que deben ser respondidas son: ¿Qué nivel de riesgo es demasiado bajo para preocuparse? ¿Cuándo cuesta mucho prestar un servicio de atención médica? Hasta que respondamos a estas preguntas, la inflación médica rampante nunca terminará.
Cuando un paciente me ve para un nuevo síntoma, ¿debo pedir cada prueba que podría diagnosticar el síntoma o centrarme inicialmente en las causas más comunes?. Cuando un paciente ha terminado dos rondas de quimioterapia debilitante sin mucho éxito, ¿debo animar a más tratamientos o decir, «¡Bueno!, creo que es hora de centrarse en mantenerte cómodo y sacar el máximo provecho del tiempo que te queda»?.
Estas son preguntas difíciles, pero deben ser respondidas para aportar un sentido de proporción a nuestro disfuncional sistema de salud. Gracias por su tiempo y pensamientos.
Richard Young, MD