Hasta recientemente había un limitado y ambiguo nivel de acuerdo sobre la utilidad de la determinación de calprotectina en heces para determinar diagnostico diferencial de diversas enfermedades intestinales potencialmente graves –guía NICE publicada en 2015 con información hasta el año 2013– siendo discutido desde ese momento la utilidad de dicha determinación en el conjunto del sistema sanitario y en cada contexto particular.

Con el fin de abordar esta incertidumbre y de prevenir potenciales complicaciones secundarias a la colonoscopia, Sjoerd G. Elias, publicaron en septiembre de 2016 en BMC Medicine , un protocolo bien fundamentado con recomendaciones sobre este problema.

Un estudio colaborativo realizado en 2016 por investigadores de hospitales de los Países Bajos ha desarrollado una nueva estrategia diagnóstica que implementa los análisis adicionales de sangre en heces que pueden ser llevados a cabo por un clínico, lo que puede reducir el número de individuos que reciben endoscopias invasivas innecesarias. El estudio fue publicado recientemente en BMC Medicine.

 

Un cierto número de pacientes que presentan quejas abdominales inferiores son a menudo remitidos a realizar endoscopia para detectar enfermedades colo-rectales significativas potencialmente amenazadoras a la vida (SCD). Sin embargo, se informa que aproximadamente el 60-80% de los individuos referidos no tienen SCD.

El volumen de las endoscopias innecesarias no sólo agota los presupuestos sanitarios, sino que expone a los pacientes a un riesgo potencial de complicaciones asociadas a la endoscopia.

El autor principal fue, Sjoerd Elias (Centro Julius de Ciencias de la Salud y Atención Primaria del Centro Médico Universitario de Utrecht, Países Bajos). Su estudio encontró que el uso de una prueba llamada FIT, que detecta la presencia de hemoglobina en las heces del paciente, junto con el habitual trabajo diagnóstico realizado por los médicos de familia podría descartar en casi un tercio de los pacientes la necesidad de una endoscopia para detectar SCD.

La identificación de biomarcadores fecales puede ayudar a reducir el volumen de endoscopias innecesarias, en particular las pruebas que valoran la calprotectina, que es un indicador de inflamación intestinal y la presencia de hemoglobina fecal, lo que puede sugerir una enfermedad neoplásica.

Los investigadores utilizaron datos compilados a partir del estudio de diagnóstico prospectivo CEDAR prospectivo desde las consultas de 266 médicos de familia neerlandeses. Todos los pacientes fueron sometidos a pruebas inmunoquímicas fecales para la hemoglobina.

De los 810 pacientes remitidos para una endoscopia, sólo 141 fueron positivos para SCD. Cuando fueron revisados los resultados de la prueba inmunoquímica fecal, los investigadores observaron que aproximadamente el 30% de estos pacientes habían sido correctamente diagnosticados como negativos para SCD.

Además, el estudio investigó los beneficios de la prueba de calprotectina como parte de la nueva estrategia de diagnóstico. Los resultados indicaron que esta prueba también mejoró el diagnóstico de SCD pero no en la misma medida que la prueba de hemoglobina. Además, la combinación de ambas pruebas añadió poco beneficio adicional a la precisión diagnóstica de la prueba FIT aisladamente.

Estos resultados demuestran que la implementación de esta estrategia muestra un valor incremental para el diagnóstico de SCD más allá de la información clínica estándar. Sin embargo, los autores mencionan que aunque el uso de esta estrategia puede reducir el número de referencias innecesarias de endoscopia en aproximadamente un tercio, todavía existe un riesgo potencial de mal diagnóstico de un paciente.

Sin embargo, en tales casos la monitorización continua de los síntomas persistentes retrasaría el diagnóstico en lugar de errarlo.

El protocolo desarrollado por Elías es bastante extenso y ha sido resumido  y comentado por Callum G. Fraser en la misma revista con las siguientes interesantes conclusiones:

Decidir qué pacientes que se presentan con síntomas abdominales inferiores se beneficiarán más de la endoscopia es problemático. Se han defendido biomarcadores fecales combinados, tales como la calprotectina fecal (f-C) y la hemoglobina fecal (f-Hb), pero la determinación aislada de f-Hb tiene ventajas. Las estimaciones cualitativas de f-Hb también proporcionan más información que las pruebas cualitativas de f-Hb en el punto de atención de cuidados. Los protocolos  de diagnóstico simples y rápidos también son ventajosos. Por lo tanto, una posible estrategia sería recoger una muestra para la medida cualitativa de f-Hb de todos los pacientes que presenten síntomas abdominales inferiores en atención primaria. Después de esto, el personal de endoscopia experto podría evaluar, a partir de los resultados de f-Hb y teniendo en cuenta los síntomas, ver si existe la necesidad de que el paciente se someta a una endoscopia. Sin embargo, existen, por supuesto, otras estrategias alternativas y se espera que futuras investigaciones exploren las mejores aplicaciones de la f-Hb en el cribado de los pacientes sintomáticos, aunque esto podría ser altamente dependiente de las circunstancias y enfoques locales.